Desde muy joven decidí viajar, conocer y vivir en otras tierras. Las Islas Canarias me acunaron y fue en la más volcánica de ellas, en donde empecé a experimentar con su principal materia prima, la lava . De ella fueron surgiendo mis primeros pendientes. Distintos viajeros me regalaron sus enseñanzas, y aquellos pendientes se fueron poco a poco enriqueciendo. Con muchos miedos y dudas, abrimos "Artesanías del Fuego", nuestra primera tienda en Lanzarote. Luego de muchos años, vivencias y trabajo decidí intentar algo en mi país. En la calle la Angostura, donde antiguamente se unían las dos aguas ,abrí mi tienda en Punta del Este. Junto a este nuevo proyecto vinieron los dos seres que mas amo, mis hijos. A su vez en este período tuve la suerte de recibir las enseñanzas de un gran joyero, poeta, alquimista y sobre todo una gran persona, J. Clavijo. Me enseñó el arte de la platería y aunque no fue mucho en cuestión de días, para mi fue un inmenso regalo, el cual atesoro. El poder soldar sin dudas dio riendas sueltas a mi imaginación y las flores, hojas y ramas cobraron vida en mis piezas. La incorporación de elementos antiguos fueron de a poco convirtiéndose en piezas claves para mis trabajos, tanto en collares como en los tocados de novias. Un mundo romántico el cual cada día me gusta más explorar. Hace unos años di un gran paso, no solo a nivel profesional sino también a nivel personal. Junté fuerzas, ganas y mucho amor para abrir "The Jewelry Box", una tienda - taller en el corazón de La Barra. Lugar en donde crecí, donde habitan mis más preciados recuerdos y en donde tengo la suerte de vivir. El taller a la vista permite que la gente vea la "cocina" de las piezas y de alguna manera valore más el trabajo artesanal, la dedicación y el tiempo que se emplea en cada una de ellas. Los años vividos en España y el magnífico mundo de los tocados, me llevaron a hacer una especialización en sombreros y fasinators en Madrid . Intentando que los aires Europeos lleguen al sur... La inspiración surge generalmente de las cosas más simples y las que me rodean. La naturaleza en toda su expresión es de las cosas que más me cautiva. Me gusta poder trasladar la delicadeza, el movimiento, el equilibrio de una hoja, a la rigidez o si se quiere, a la frialdad del metal. Intento que cada pieza cuente algo, transmita sensaciones y quien las use sepan que fueron creadas gracias a un sentimiento . Lo que más disfruto hacer son anillos, uno de mis maestros me dijo: "un anillo puede ser cualquier cosa, no hay reglas" y esas palabras quedaron grabadas en mi ser. Amo que algo tan "pequeño" como un anillo pueda encerrar una historia. Enredaderas que florecen, hojas entrelazadas, órbitas mezcladas, mangos de cucharas antiguas que reviven... Gracias a los objetos antiguos que utilizo y a los nuevos conceptos se puede decir que mis trabajos son en parte "slow jewelry" , ya que reutilizando, reciclando y cambiando de forma , puedo dar vida a una nueva pieza. La constante búsqueda de nuevos trabajos , dio como resultado una conjunción excepcional con una diseñadora local , Anna Paolucci , con quien creamos unos vestidos joyas únicos. Son piezas de orfebrería que se ensamblan a la perfección a la seda , lino o crepe. Esta nueva faceta es algo que me tiene enamorada , genera nuevos retos y muchas ganas de seguir por este camino.